lunes, 27 de junio de 2011

Do I Disappoint You (Release the Stars) RufusWainwright



Por Natalia Baeza Santelices


 Rufus, nacido el 73’ en EE.UU, hijo de cantantes folk, desarrolla a temprana edad su gusto por la música. Ha participado en numerosas bandas sonoras de destacadas y populares películas, en su mayoría Estadounidenses. Incluso aparece en escenas interpretando alguna canción.

Cuando inicia su carrera musical, se declara públicamente gay, cosa que lo transforma en un ícono.  He visto en un par de oportunidades el concierto que hace en AVO session que trasmiten en el Film And Arts y admiro su creatividad, su carácter y su habilidad para andar en tacos aguja. Es un tipo que interactúa constantemente con su público y con sus músicos. Por cierto, tiene músicos que tocan bronce, guitarra, cantan a voces; a ese nivel. En vivo es todo un personaje, se disfraza, se pinta, usa trajes con lentejuelas, baila y un montón de otros recursos. Sin embargo cuando escuché por primera vez “Hallelujah” me pareció desabrido, sin virtud alguna, sin gracia. No tiene una voz grandiosa y parece que cantara apretando los dientes, pensé.

Recuerdo que la primera vez que escuché a Rufus, fue en uno de los capítulos de “Later… with Jools Holland” que daban en Casual Friday también en Film And Arts. Me conmovió una de sus canciones. No es una música con la que me haya criado, pero me gustó la canción. Estaba bien hecha y punto. Encontrarme con él, fue una casualidad.

Descubriendo a Rufus, me encontré con este tema; “Do I Disapponit You”. Es un tema caóticamente hermoso. Me parece que empieza con un pedal de dedidgeridoo o algo parecido, el timbal que todo el tema marca el pulso en contratiempo y otro accesorio de percusión que no alcanzo a distinguir. Entra la voz, una sola en dos octavas, escalitas de flautas y suena algo como un graznido que la primera vez me pareció gracioso, pero ahora siento que le da un toque rústico a la canción. Piano, violines, oboe, flautas, clarinetes aparecen; un coro de sutiles voces, al principio. Y a medida que se van sumando los instrumentos y las voces, más caótico se pone el tema. Aparecen los bronces; un maravilloso y pastoso corno, y las brillantes trompetas. Rufus no tiene una voz virtuosa, pero incluso el timbre que tiene al cantar con los dientes apretados, le da una característica peculiar a la música. Me parece que no hay cambios de tempo, ni de velocidad, por tanto la dinámica en las intensidades hacen que la armonía se realce. Las armonías disonantes me parece que suenan más fuerte, sobretodo al final. Me produce un placer inexplicable caminar a mi casa escuchando esta canción al borde del umbral del dolor. Sé que es malo, pero mientras más fuerte, más distingo cada timbre, más identifico cada adorno, cada detalle, cada instrumento haciendo una sensible disonante, y parece que el camino se hace más breve y ligero, los ruidos de la ciudad son insignificantes comparados con la naturaleza caótica del ensamble de cornos, trompetas, piano, violines, voces, timbal, Rufus…

Las canciones tienen el maravilloso poder de gatillarnos y cambiar incluso nuestro estado anímico. Lo maravilloso de esta canción es que pareciera que se amolda a nosotros. Tiene un carácter ansioso y parece que la esperanza la embargara, el desorden y el caos la hacen a ratos violenta, a ratos desgarradora.

“Do I Disappoint You” me gusta porque tiene lo que quiero; es rica en armonías, tiene una ejecución impecable, no se parece a nada que haya escuchado y está llena de recursos que la determinan como lograda. Además la música representa la letra de la canción. Creo que se logra el caos sin saturación, sin ruido. Ésta, es una buena pieza de Rufus. He dicho.


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